NEGLIGENCIAS MÉDICAS

Generalmente se entiende por negligencia médica, el error en la intervención jurídica, pero hay varios supuestos más que no son tan conocidos y que ya la jurisprudencia ha sentenciado, como tipos de negligencias que brevemente detallamos:

1.Retraso y/o error en el diagnóstico Cuando este retraso o error tiene una incidencia directa en el resultado se considera un tipo de negligencia. Es el caso por desgracia, más frecuente, cual es, no haberse realizado pruebas o no recibido tratamiento a tiempo, o por no haberse usado todos los medios disponibles para dar con el diagnóstico correcto, entre otras causas.

2.Daños por intervención quirúrgica Una intervención quirúrgica siempre conlleva riesgos que nos son informados previamente. Esto implica que muchas veces tras la intervención queda un daño o secuela de los que constan o se relacionan en el consentimiento informado.  Si es así no existe negligencia, pues se trata de riesgos posibles o probables.  Sin embargo, si por una mala actuación u omisión del equipo médico sufrimos, por ejemplo, daños que no están contemplados o deberían producirse en esa intervención, o los cirujanos olvidan sacar instrumentos o material quirúrgico, podríamos estar ante una negligencia.

3.Falta de información al paciente Siempre que nos sometemos a un tratamiento médico o intervención quirúrgica, debemos firmar lo que se conoce como " consentimiento informado" tal y como señalamos en el punto anterior es donde se nos informa de los riesgos posibles.  Si ese consentimiento no se entregó para su firma,  sufrimos un daño o lesión que desconocíamos que podía producirse, o que no era de los posibles según ese consentimiento podríamos reclamarlo.

4.Daños por medicamentos inadecuados Se pueden producir cuando el médico nos receta medicamentos erróneos o inadecuados para nuestra dolencia, que retrasan nuestra recuperación o empeoran la situación.

5.Lesiones durante el embarazo o el parto Se suele identificar con los problemas al nacer, pero son también aquellos que afectan tanto  a la madre como al bebé y pueden ir desde errores al no diagnosticar malformaciones fetales durante el embarazo hasta sufrimiento fetal o desgarros vaginales durante el parto.

En definitiva, lo esencial será acreditar de forma clara y suficiente la responsabilidad del médico o profesional,  respecto del daño o lesión causados; de forma que nos ayude a hacer valer nuestros derechos como paciente y resarcir el daño o lesión sufridos.

Es necesario el historial médico del paciente, en el caso del embarazo también toda la monitorización y pruebas, que debe solicitar para poder valorar si existe o no y de que tipo.

La acción se ejercita tanto se trate de hospitales públicos como privados.

Leocricia González Abogados.