El impuesto de sucesiones es una tributación que ha de pagar la persona que recibe una herencia. Se trata de un impuesto personal que se aplica en toda España y según las cuotas aplicadas en cada comunidad autónoma en la que el fallecido tuviese su domicilio. El plazo para pagar es de seis meses desde el fallecimiento, si bien se puede pedir una prórroga de seis meses en el mes quinto.
La tributación depende de factores como la residencia del causante y el parentesco, siendo que los descendientes tienen bonificaciones importantes según la Comunidad Autónoma.
El impuesto de sucesiones hay que liquidarlo con independencia de que no haya acuerdo entre los herederos y no se haya aceptado o renunciado la herencia. Muchas veces el heredero piensa que hasTa que no acepte no tiene que pagar, sin embargo esto es un error bastante común, que da lugar a que se presente fuera de plazo con los intereses, recargos y sanciones que la Agencia Tributaria le reclamará, por no cumplir su obligación de liquidar el Impuesto de sucesiones dentro del plazo legal.
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